La escuela de kung fu se basa en el modelo de pensamiento tradicional confuciano. Nunca ha habido en China paso de filas, diferentes cinturones o cualquier otro avance de este tipo. La escuela se basó en el modelo de estructura familiar. El gran maestro es el abuelo, el maestro el padre, el alumno avanzado el hermano mayor, el nuevo recluta el hermano pequeño, etc. Todos conocían su lugar y de hecho respetaban su puesto.
Sin embargo, se hizo una diferencia hacia los alumnos: se distinguían de dos tipos: los Sihings (hermanos mayores) y los Sitai (hermanos pequeños).
El maestro generalmente formaba una primera generación de discípulos a quienes posteriormente se les asignaba la tarea de formar la base de los recién llegados hasta que alcanzaran un nivel determinado por el maestro. Como resultado, podría comenzar la enseñanza directa.
Después de algún tiempo de práctica, el maestro manifestaba su deseo de presentar al estudiante a su grupo más cercanos, sus discípulos. Estos últimos lograron acceder a técnicas más avanzadas, a ejercicios de nivel más alto, a textos antiguos… en fin, a los “secretos” del maestro.
Para ello, tuvieron que pasar a la ceremonia de "Bai Si" 拜師
La ceremonia de Bai Si fue una ceremonia de entrada, que dio acceso a las enseñanzas a puertas cerradas. Esta Ceremonia era algo serio, no tomada a la ligera. Se trataba de un puente de acercamiento entre el Maestro y el alumno donde lo emocional tuviera un papel preponderante. El discípulo dando lealtad al maestro quien a su vez lo aceptó en igualdad de condiciones como si de un hijo se tratase.
En este sentido, recordemos que la palabra Maestro, Sifu 師父, está compuesto por dos caracteres: Si 師 (Maestro) y Fu 父 (Padre). La definición es, por tanto, Maestro / Padre, un mentor.
El aspirante a alumno tenía que cumplir varias condiciones, aquí también, determinadas por el Maestro. Es difícil definir con precisión los criterios a cumplir, siendo estos fijados por cada Maestro en función de su carácter natural. Sin embargo, los requisitos de ingreso abarcaron de manera general e igualmente importante el nivel técnico y la ética moral. La lealtad era a menudo un criterio de elección. En el contexto histórico, las escuelas eran a menudo rivales, los profesores prestaban especial atención al control de sus alumnos y sus técnicas.
Por lo tanto, se trata de una cuestión de respeto mutuo, pero sobre todo de un acto de implicación. De esta forma, el alumno mostraba su deseo de seguir aprendiendo más profundamente, su voluntad y su lealtad. La aceptación del Maestro fue prueba de la confianza que mostraba hacia su alumno; algo que a los ojos de un estudiante devoto es inmenso.
Ceremonia de Bai Si 拜師
Los caracteres chinos utilizados para Bai Si son:
Bai: 拜 significa “saludar”, inclinarse, Si 師 significa “Maestro”. Por lo tanto, el estudiante le da lealtad al maestro.
Algunas escuelas aplican Bai Si a puertas cerradas, con solo el estudiante aspirante, otras, con ex discípulos y otros estudiantes como testigos. La ceremonia que se presenta aquí es la que se practica en nuestro linaje de Pakmei de Foshan.
El día anterior a la ceremonia se limpia a conciencia el altar ancestral. Las ofrendas se hacen para las generaciones pasadas, frutas (rojas, naranjas o amarillas), arroz hervido, flores, palillos. Se disponen tres tazas con agua, alcohol de arroz y té.
El maestro comienza la ceremonia. Quema tres inciensos, se postra tres veces. Se quema incienso en honor a los antepasados, como testimonio de nuestro respeto por ellos. En China, el número tres es importante, representa la trinidad: cielo, hombre, tierra. Luego, el maestro ocupa su lugar en la silla colocada frente al altar.
El aspirante a alumno preparará el té. Durante este tiempo, los otros discípulos presentes se turnan para quemar el incienso en honor a los antepasados.
El aspirante a estudiante presenta ahora el incienso. Luego se arrodilla ante el maestro, presenta la taza de té y formula respetuosamente "Sifu, Yam Cha" (maestro, bebe el té). El maestro toma la taza y bebe tres sorbos. Luego vierte el resto del contenido de la copa en el altar. Acto que simboliza el compartir con los antepasados, tomándolos así como testigos de la aceptación del nuevo discípulo.
El nuevo discípulo presenta un sobre rojo en el que previamente ha depositado algo de dinero.
El profesor dice unas palabras personales para el alumno y le entrega un archivo con algunos materiales relacionados con el estilo y la escuela.
A partir de ahora, el alumno convertido en discípulo, forma parte totalmente de la Familia Pakmei de Lao Siu Leung.
2020 fue un año para no recordar realmente. Un año donde fuimos azotados por una pandemia que nos pondría en jaque como seres humanos en todos los aspectos. Un año donde sufrimos muchísimas pérdidas humanas, materiales, de ingresos económicos, donde vimos muchísimas empresas fundirse, gimnasios cerrar, personas en las calles. Sufrimiento por doquier. Así y todo esta escuela no paró, aun desde el impedimento que un virus impondría para la práctica presencial, desde la virtualidad nos hicimos presentes hasta que un día nos volvimos a encontrar cara a cara en una plaza.
Así fue como a fines de un año muy malo para toda la humanidad, decidí tomar a mi segundo discípulo.
Juan Mannarino, de 26 años, junto con Lucas, son mis alumnos más antiguos. Juan, chico humilde, con un corazón gigante, de esas personas que están para lo que sea, cuando sea, no importa la hora. Muy trabajador, alguien que se lleva al límite y lo supera. No importa la adversidad, los golpes, el obstáculo y lo que cueste superarlo, Juan lo va a lograr, es de ese tipo de persona. Siempre acompañando, aconsejando y guiando a sus hermanos menores a que se superen paso a paso. Un gran peleador arriba del ring también en la modalidad de Sanda.
La ceremonia se llevó a cabo el día 12 de Diciembre del 2020, y por cuestiones de protocolos por el COVID-19 y no pudiendo tener acceso a nuestro salón de práctica, la misma se llevó a cabo en mi casa con la presencia del discípulo Lucas como testigo y los hermanos menores.
Fue una ceremonia muy emotiva donde se intercambiaron grandes palabras que quedarán grabadas en los corazones.
Finalizada la misma, se compartió una hermosa comida preparada por todos los alumnos de la escuela.
Bienvenido Juan a la Familia de Pakmei de Foshan.
Sifu Emmanuel Cabrera
El día 20 de Noviembre del 2019 tomé la decisión de ir un paso más allá. Como habrán leído en la nota sobre la ceremonia de Bai Si en este blog que redactara mi Sifu, Jonathan Barbary, sobre dicha ceremonia en la que se destaca entre tantas virtudes, la “lealtad”. Esta aptitud de quien dejó de ser mi alumno, para pasar a convertirse en mi primer discípulo fue la que me movió a tomar esta importante decisión.
Lucas Di Cunzolo, con tan solo 22 años de edad, cumple con todas las características que un discípulo debe cumplir desde mi perspectiva: entrega completa al entrenamiento, pasión en lo que hace, dedicación, valentía ante la adversidad, guía para sus hermanos menores. Un gran compromiso inquebrantable del que todo maestro está orgulloso en un discípulo, y eso puede verse en el apoyo que recibe de sus hermanos y viceversa.
Por lo que luego de regresar del último viaje a Francia al que Lucas tuvo la oportunidad de acompañarme a entrenar en la escuela de mi Sifu y quien recibió enseñanzas del mismo personalmente, decidí tomarlo como discípulo por todos los años que lleva a mi lado, las adversidades que ha superado, tanto personales, como a nivel escuela, entre tantos otros motivos no menores.
El día de la ceremonia se hicieron presentes todos los alumnos y amigos de Lucas entusiasmados e intrigados por este evento poco común, que muchas escuelas suelen hacer a puertas cerradas.
Una vez finalizada la ceremonia en sí, los hermanos menores le regalaron a Lucas una demostración de formas de puño y armas que cada uno venía entrenando en las clases regulares. Realmente un momento emotivo.
Para terminar, foto grupal para dar por finalizado un día cargado de emociones ya que al otro día había que volver a entrenar como siempre.
Como dijo Sifu Barbary al enterarse de esta noticia, Bienvenido Lucas a la Familia de Pakmei de Foshan.
Sifu Emmanuel Cabrera